LA TRAMA DE LA VIDA

Los  sistemas vivos  son autónomos, lo cual  no  significa  que estén aislados del exterior, al  contrario  interactúan  con el  medio a  través de un  constante  intercambio de  materia  y energía; es  decir  que  todos  estamos  conectados  a la  red  de  la  vida, todos  los  miembros  de  un  ecosistema están  interconectados en  una  basta  y  compleja  red de  relaciones  que  constituyen la  trama de  la  vida,  conectando   todos los  seres vivos  y  no  vivos de este planeta y de todas  las  galaxias.

Todos  los sistemas tienen en común que sus componentes  vivos,  son siempre células; por tanto podemos afirmar, que todos los sistemas vivos son AUTOPOIESICOS. La diferencia estriba  en que las  reglas sociales pueden romperse, pero las naturales no.

El universo material, es  visto  como  una  red  dinámica  de  acontecimientos  interrelacionados. El éxito  de todos los  procesos vitales  depende  del  tipo  de interrelaciones  que  logremos  establecer  con el  Todo, es  decir   de  lograr  una  conexión de la  unicidad  con  el  todo.

La característica fundamental de una red viviente es  que se está  produciendo así misma continuamente, sin  embargo  es  necesario  un  cambio  profundo  de  percepción  y  de  pensamiento que  nos  lleve  a  la  creación de  comunidades  sustentables, con  un  fuerte  compromiso  de  despertar  una  conciencia  ecológica .

| Toda la creación está conectada a una fuente compartida  y mientras  más nos acercamos a la fuente, menor es la ilusión de la separación y mayor la proximidad a la verdad. Cualquier exposición o descripción de la conciencia humana incluye términos como conocimiento, e iluminación. Cuando la voluntad humana se alinea con la voluntad divina, es el catalizador de la mente y provoca la elevación de la conciencia despertando la   alfabetización  ecológica  tan  urgentemente  necesaria  para  lograr  el  equilibrio  ecológico  y  por  ende  el  desarrollo  de  una  comunidad  sustentable   rica  en  valores y  actitudes  positivas de  modo  tal que  se desarrolle  un  pensamiento  que  despierte  una  conciencia   que  nos  permita  practicar  el  respeto  por la  naturaleza  misma  y  el  planeta  en el que  vivimos.