LA NUEVA CONCIENCIA
La transformación del mundo a través de la conciencia humana es lo más esencial de la nueva conciencia, si cambiamos nuestra forma de pensar, cambiaremos nuestra realidad, sería como transitar de la obscuridad a la luz, la decisión está en ti, tu determinas si tu forma de pensar tiene el poder de hacerte feliz o infeliz.
No es posible vencer en la lucha contra el ego, así como no es posible luchar contra la oscuridad. Lo único que hace falta es la luz de la conciencia y esa luz está en cada ser, está en mi. Al lograr el cambio de conciencia se puede encontrar la bondad que hay en nosotros y no puede pensarse que se puede llegar a ser bueno solo esforzándose por serlo, para eso es necesario lograr esa transformación de la conciencia.
Uno de los principales obstáculos para lograr esta transformación es el ego, este se manifiesta de distintas formas, una de ellas es el apego el cual se caracteriza por tener un pensamiento de pertenencia “yo” “mi” “mío”, para el ego tener es lo mismo que ser: tengo luego existo y mientras más tengo más soy, el orgullo, el cual se manifiesta por la necesidad de sobresalir, el hábito compulsivo de hallar fallas en los demás y de quejarse de ellos, obviamente que cuando criticamos y juzgamos al otro nos sentimos más grandes y superiores, en casos extremos este tipo de ego se presenta también con violencia. El resentimiento es la emoción que acompaña a las lamentaciones y a los rótulos mentales y refuerza aun más el ego, el resentimiento equivale a sentir amargura, indignación, agravio u ofensa, muchas veces la falta que vemos en otra persona ni siquiera existe, es el ego quien nos hace ver esas fallas. Al ego también le encanta quejarse, renegar, sentirse ofendido, cuando nos quejamos encontramos faltas en los demás y entonces el ego se fortalece al sentirse superior, esta sensación de superioridad es la que el ego ansia y le sirve para engrandecerse. La fuerza que motiva el comportamiento del ego cualquiera que este sea, siempre es la misma: la necesidad de sobresalir, de ser especial, de tener control, de tener poder, de recibir atención, de poseer más, la necesidad de tener oposición, de tener enemigos.
. Es necesario estar supremamente consientes y absolutamente presentes a fin de detectarlas, siempre que lo hacemos así tenemos un momento de despertar y se suspende la identificación con la mente. El ego no sabe que nuestra única oportunidad para estar en paz es ahora. Hay cuatro palabras en las cuales se encierra el éxito y la felicidad: uno con la vida (yo con la vida) ser uno con la vida significa ser uno con el ahora.
La enfermedad colectiva de la humanidad radica en que las personas están tan sumergidas en los sucesos, tan hipnotizadas por el mundo de las formas fluctuantes, tan absortas en el contenido de sus vidas, que han olvidado la esencia, aquello que está más allá del contenido, de la forma y del pensamiento. Están tan inmersas en el tiempo que han olvidado de la eternidad, la cual es su origen, su hogar y su destino. La eternidad es la realidad viviente de lo que somos.